Un misil que portaba gas nervioso explotó en un barrio residencial de Alepo, confirmó una fuente de defensa de Israel, citada por el canal 10 de la televisión. La fuente no supo determinar quien disparó el proyectil. Mientras tanto, el régimen del presidente de Siria, Bashar Asad, y los rebeldes se acusan mutuamente del ataque con sustancias químicas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha declarado anteriormente que el uso de armas químicas en la guerra civil siria es una "línea roja".
Por su parte, Turquía desmintió que hubiera suministrado armas químicas a los rebeldes sirios. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que su país no podría hacerlo porque no posee esta clase de armamento.
El Ministro de Información sirio, Omran al Zubi, había responsabilizado a "Qatar y Turquía" por el ataque.
"No tenemos
armas químicas. El régimen sirio no sabe lo que está diciendo. Es mentira. El empleo de armas químicas, en cambio, sí encaja con la actitud de Siria", apuntó Erdogan.
De acuerdo con un comunicado de la televisión estatal siria, los rebeldes dispararon un misil con armas químicas en Alepo, provocando la muerte de al menos 25 personas y alrededor de un centenar de heridos. Las víctimas eran su mayoría civiles.
En cambio, la oposición siria ha acusado al gobierno de Damasco de haber sido quien disparó el proyectil con sustancias químicas.
El Ministerio de Exteriores de Rusia se unió a la denuncia del Gobierno sirio. "Según la información de Damasco, en la en la provincia de Alepo se registró un caso de uso de armas químicas por la oposición armada", afirmó la cancillería rusa.
"El hecho de que las armas químicas caigan en manos de los rebeldes... empeora aún más la situación en Siria y eleva la confrontación a un nuevo estadio", señaló Moscú.
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