Al menos siete personas murieron y un centenar resultaron heridas en un doble atentado perpetrado cerca del centro cultural iraní en el barrio de Bir Hasan, en el sur de Beirut, en un nuevo ataque contra los feudos chiíes.
Las explosiones, reivindicadas por las Brigadas Abdallah Azzam, vinculadas a Al Qaeda, se produjeron también cerca de la Embajada de Kuwait y de las oficinas de la televisión iraní Al Alam.
El ministro libanés de Sanidad, Wael Abu Faur, que en un principio cifró los fallecidos en cinco, los rebajó finalmente a cuatro, mientras fuentes policiales consultadas elevaron la cifra de muertos a siete.
Abu Faur precisó que hay restos humanos sin identificar que pueden pertenecer a los supuestos suicidas o a transeúntes.
La legación diplomática kuwaití señaló que todos sus empleados salieron ilesos y la iraní puntualizó que ningún miembro de su personal del centro cultural se encuentra grave.
El primer atentado fue perpetrado frente al centro cultural iraní con un coche, mientras que el segundo estalló cerca del llamado centro de Exhibición Europea, precisó el Ejército libanés.
Las fuerzas de seguridad acordonaron la zona para iniciar las investigaciones sobre los explosivos utilizados y sobre los restos humanos hallados en el lugar.
Al respecto, un fiscal militar afirmó que los primeros resultados apuntaron a que el primer vehículo estaba cargado con 70 kilos de explosivos y el segundo con unos 90.
Las explosiones causaron importantes daños materiales en edificios y vehículos en Bir Hasan, un barrio residencial considerado feudo del grupo terrorista chií Hezbollah.
Estos nuevos atentado se producen tan solo cuatro días después de la formación del nuevo Gobierno libanés, que tras diez meses de consultas está integrado por ministros de las distintas fuerzas políticas, entre ellas Hezbollah.
Las autoridades condenaron lo sucedido y el primer ministro, Tamam Salam, lo calificó de "un mensaje de los grupos
terroristas, determinados a proseguir su plan de discordia y las matanzas ciegas en el Líbano".
"Lo hemos recibido y vamos a responder con nuestra unidad, solidaridad, adhesión a la paz civil y apoyo al Ejército y a las fuerzas de seguridad", subrayó.
El ministro del Interior, Nuhad Mashnuq aseguró desde Bir Hasan que tomarán "todas las medidas políticas para poner fin al fenómeno de los ataques kamikazes" y acusó a "algunos libaneses" de facilitar la misión de las Brigadas Abdallah Azzam.
Por su parte, el ex primer ministro Saad Hariri, jefe de la oposición, afirmó que "los libaneses están unidos hoy mas que nunca contra el terrorismo y las tentativas de crear conflictos".
La autoría de los atentados fue asumida por las Brigadas Abdallah Azzam, vinculadas a Al Qaeda, según las cuales se trató de "una doble operación de martirio en respuesta a la lucha del partido de Irán (Hezbollah) junto al régimen criminal en Siria".
"Continuaremos, con el apoyo y la fuerza de Dios, atacando a Irán y a su partido en el Líbano en sus centros de seguridad, políticos y militares hasta que se cumplan dos justas demandas", advirtió el grupo jihadista en un vídeo.
Las Brigadas Abdallah Azzam, operativas desde 2009, han reivindicado entre otros atentados el perpetrado contra la Embajada iraní en Beirut el pasado 19 de noviembre, que se saldó con 24 muertos y 147 heridos.
Ante las demandas de que Hezbollah se retire de Siria, el diputado del grupo terrorista chií Ali Ammar, que visitó el lugar de las explosiones, alegó que ese asunto es "solo un pretexto" e insistió en que sus combatientes se mantendrán en el país vecino.
Hezbollah o Hizb Allah significa en árabe "Partido de Dios", pero los rebeldes sunitas sirios se refieren cotidianamente al grupo como Hizb Shaytan o "Partido de Satanás.EFE y Aurora.
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