Según los datos recopilados por la Agencia Judía para Israel y el Ministerio de Aliá y Absorción de Inmigrantes, unos 29.500 inmigrantes llegaron a Israel este año, lo que representa un aumento del 13% respecto a los 26.000 que llegaron el año pasado.
De Sudamérica han llegado 1.200 personas, lo que representa un modesto aumento del 7%. De acuerdo a Yigal Palmor, portavoz de la Agencia Judía, "Hemos notado un incremento de la inmigración latinoamericana. Desde enero a julio han llegado 109 personas, entre ellas 35 procedentes de Brasil, 29 de Argentina, 11 de Uruguay, 9 de Perú, 5 de Chile y 3 de Colombia".
A pesar del carácter ceremonioso del informe, un detalle nos llamó poderosamente la atención ¿desde enero hasta julio han llegado sólo 29 personas desde Argentina?
La comunidad judía argentina, compuesta actualmente según cálculos conservadores por 250 mil judíos, ha sido tradicionalmente un bastión de la educación sionista y ha aportado muchos de sus miembros a la conformación del mosaico social pionero israelí.
Lo cierto es que el sionismo como proyecto político aún es inconcluso, tanto por sus deudas pendientes como por sus éxitos. Como deuda pendiente
podemos mencionar el aún irresuelto conflicto bélico con los palestinos y el mundo árabe/islámico. Como éxito, podemos mencionar que Israel puede afirmar orgullosamente ser una sociedad económicamente pujante, creativa, democrática y con perspectivas de futuro.
Ciertamente, ser sionista en los años 50 no es lo mismo que hoy. Israel ya no es una sociedad en su periodo pionero, y ya ha construido exitosamente sus instituciones. Además, es igualmente un destino atractivo para cualquier judío sin necesidad de adoptar una actitud sionista militante.
La comunidad judía argentina organizada declara su apoyo a Israel, y los fuertes lazos identificatorios aún se reflejan en sus instituciones educativas. ¿A qué se debe semejante desproporción entre la identificación sionista y los escasos 29 inmigrantes llegados a Israel?
La Agencia Judía, el organismo tradicionalmente dedicado a promover la inmigración judía a Israel, provee varios planes para volverla atractiva, y logra traer cantidades no despreciables de "olim jadashim" (nuevos inmigrantes) de países cuya comunidad judía es más pequeña que la de Argentina, y no necesariamente en crisis económica o debido al antisemitismo (como por ejemplo el Reino Unido, del que han venido 690 inmigrantes). ¿Es un cambio de prioridades de la Agencia Judía?
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