El primer ministro, Biniamín Netanyahu, manifestó en el 37º Congreso Sionista Mundial que el dictador nazi Adolf Hitler no tenía inicialmente planes de exterminar a los judíos, pero fue convencido por el Gran Muftí de Jerusalén. Sin embargo, los historiadores de renombre sostienen tajantemente que no fue así.
El profesor Dan Michman, un experto de renombre internacional que se desempeña como jefe del Instituto de Investigaciones sobre el Holocausto en la Universidad de Bar Ilan y dirige el Instituto Internacional de Investigaciones sobre el Holocausto en Yad Vashem, puntualizó que Hitler se reunió de hecho con el muftí; pero eso ocurrió después de que la Solución Final ya había comenzado.
"Voló a Berlín", señaló Netanyahu sobre el muftí. "Hitler no quería exterminar a los judíos en ese momento; él quería expulsar a los judíos. Y Haj Amin al Husseini fue a ver a Hitler y le dijo: 'Si los expulsas, todos ellos van a venir aquí’. 'Entonces, ¿qué debo hacer con ellos?'–preguntó. 'Quémalos' le dijo".
Netanyahu también expuso que el muftí fue buscado durante los juicios de Núremberg, pero logró evadirse.
El primer ministro enfatizó además que el muftí proclamó a los cuatro vientos que los judíos querían destruir la mezquita de Al Aqsa, antes de la guerra, y "esa mentira ya tiene unos cien años".
La historiadora principal de Yad Vashem-Museo del Holocausto, profesora Dina Porat, sostuvo que "No se puede decir que fuera el muftí quien le dio a Hitler la idea de matar o quemar a los judíos". "Eso no es cierto. El encuentro se produjo después de una serie de eventos
que apuntan a eso".
El ministro de Defensa, Moshe Yaalón, manifestó: "Por supuesto que Haj Amin al Husseini no inventó 'la solución final a la cuestión judía'. La historia demuestra claramente que Hitler la inició. Haj Amin al Husseini se unió a él". Yaalón añadió que "los movimientos jihadistas actuales son promotores del antisemitismo y se apoyan sobre el conocido patrimonio nazi".
El líder oposición, el laborista Isaac Herzog subrayó que los comentarios de Netanyahu son una "distorsión de la historia".
"Nadie necesita enseñarme sobre cuanto odiaba a Israel el muftí", apuntó Herzog. "Él dio la orden de asesinar a mi abuelo, el rabino Herzog, y apoyó activamente a Hitler. Pero hubo un solo Hitler. Hitler no necesitaba a Husseini para que le ordenara el asesinato de los judíos sólo porque eran judíos."
El profesor Meir Litvak, del Departamento de Historia de Oriente Medio de la Universidad de Tel Aviv, dijo que la idea de aniquilar a los judíos surgió en 1939. Aunque el plan inicial era enviar judíos de Europa a una zona al norte de los montes Urales, para que mueran de enfermedades, precisó; el plan fue rechazado dado que la Unión Soviética no se rindió en 1941. En ese momento, indicó Litvak, surgió la idea del exterminio.
"Husseini apoyó el exterminio de los judíos, trató de impedir el rescate de los judíos, reclutó a los árabes para las SS", destacó Litvak. "Era una persona abominable, pero eso no debe minimizar la magnitud de la culpa de Hitler."
El primer ministro hizo declaraciones similares hace tres años en la Kneset (Parlamento), alegando que el muftí fue "uno de los principales arquitectos de la Solución Final".
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