La perasha de esta semana (porción semanal de la tora que se lee semanalmente) es del libro de Vaikra (Levítico), el tercer libro de la Tora.

En una sociedad agrícola como fue el pueblo de Israel en su pasado el status de la persona se mide por sus tierras. Al entrar el pueblo de Israel a la Tierra de Cnaan (la Terra de Israel) ésta fue dividida de forma igualitaria a todos y cada familia recibió una porción de tierra. Esta semana la perasha habla de leyes que conciernen a la posesión de tierras, venta y compra de éstas y leyes en relación al pobre, esclavo y amo.

Igualdad de oportunidades

El pueblo de Israel está obligado a dejar descansar la tierra el séptimo año (Shnat Smita), año en el cual no ha de ser trabajada la tierra. Siguiendo en los ciclos de siete años, se han de contar siete ciclos y el año 50 es el año de Yobel (Jubileo), en el cual, como dice en la perasha "Y santificarán en año cincuenta y proclamaréis libertad en la tierra para todos sus habitantes. Jubileo será para ustedes y volverá cada hombre a su (porción de) tierra y cada hombre a su familia volverá" (Vaikra 25:10).

Como se mencionó arriba, en un comienzo todas las familias de Israel comenzaron cada una con su porción de tierra. La Tora habla en cuestión de la persona que empobreció y se vio obligado a vender parte sus tierras a su prójimo, quedándose de esta forma sin propiedad y sin herencia para su familia. El año del Jubileo viene a proclamar un nuevo inicio, el hombre que vendió su tierra la podrá recibir de vuelta en el año del Jubileo, para poder así dar herencia a sus descendientes y éstos puedan tener heredad y de esta forma es evitada una cadena de pobreza. En los ciclos de años bíblicos, 40 años son una generación, así que todo hombre joven que vendió su tierra, al envejecer podrá heredar a sus hijos una porción de tierra para trabajar.

No hay esclavitud eterna

En caso que empobreciere un hombre y se ve en la necesidad de entregarse a su hermano como esclavo, "como asalariado estará contigo y hasta el jubileo trabajará contigo" (40). En otras palabras, no has de esclavizarlo eternamente y como dice del año del jubileo "proclamaréis libertad en la tierra… y cada hombre a su familia volverá" (10). "estará contigo": dicen Jaza"l[1]: "estará contigo al comer, al tomar, que no sea que el amo coma pan limpio y el esclavo podrido, o tomas vino añejado (bueno) y él toma vino nuevo, y tu duermes en almohadones y él sobre paja" (Safra Behar 5-6).

"Y lo sostendrás"

"Si tu hermano empobreciere y lo sostendrás, forastero y residente y vivirá contigo" (35). Rashi interpreta la expresión y "lo sostendrás" diciendo que tenemos que evitar que caiga en la pobreza completamente y que más adelante sea más difícil levantarlo y trae un ejemplo con un asno que está cayendo, si una persona lo sostiene no va a caer, pero si cae no serán suficientes 5 personas para levantarlo. De esta forma nos habla el texto de la ayuda al prójimo y no solamente nos dice que tenemos que ayudarlo, sino evitar que caiga, hay que prevenir para que sea más fácil ayudarlo más adelante.

¿Y si el esclavo no es hebreo?

Las leyes mencionadas en la perasha son relevantes al esclavo hebreo, cuando habla del esclavo de otros pueblos no aplica el año del Jubileo. El Rambam dice que de todas formas, aunque el texto no habla de derechos especiales hacia el esclavo no hebreo, habla que debemos relacionarnos a él con piedad, no reprimirlo, hablarle correctamente, alimentarlo y darle buenas condiciones. Subrayando que el pueblo de Israel tiene que ser un pueblo justo y que debemos ser piadosos y perseguir la justicia.

Esclavos del tiempo

Cuando la Tora habla que no debemos esclavizar eternamente al prójimo, justifica diciendo que no somos esclavos del hombre, sino esclavos de Dios (42). Rabi Yehuda Halevi escribió un poema que dice: "Esclavos del tiempo son esclavos de esclavos, el esclavo de Dios es libre". El hombre por naturaleza tiene una creencia, una fe, ya sea fe en Dios, ya sea fe en las personas, o fe en la Tnua, o fe en cualquier cosa. La fe es algo personal, que se conecta con nuestro interior. "Esclavos del tiempo" la gente que está todo el tiempo bajo una rutina, que no se detiene y está todo el tiempo pendiente a los minutos del reloj y no son dueños de su tiempo son "esclavos de esclavos", pero la persona que son esclavos de su fe, son esclavos de lo que creen, son libres, podrán tomar decisiones por ellos mismos según el camino que crean que es lo correcto.

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