La perasha de esta semana (porción semanal de la tora que se lee semanalmente) es del libro de Bereshit (Génesis) primer libro de la Tora.

"Noah un hombre justo e inocente era en su generación" (Bereshit 6:9), así abre esta semana la perasha que comienza con un mal presagio a la humanidad, el deseo de Dios de destruir el mundo creado algunos capítulos antes, ya que la humanidad se había descarriado y al parecer sólo había una persona que merecía seguir con la humanidad. "Porque se corrompió la tierra delante de Dios, y se llenó la tierra de violencia" (6:13). Desde los midrashim hasta los exégetas (intérpretes) de la Tora explicaron cuál fue el gran pecado de la humanidad por la cual les decretaron destrucción total, no solamente a los hombres, sino la tierra entera fue destruida "Y él borró toda sustancia viviente que había sobre la faz de la tierra; desde el hombre hasta la bestia, hasta el reptil y hasta el ave del cielo, fueron borrados de la Tierra , y quedó solamente Noah y los que estaban con él en la tierra" (7:23).

Rashi y Rabi Abraham Ibn Ezra explican, citando al talmud (tratado Sanhedrin 108 pág. 1), que la generación de diluvio pasó cualquier límite posible, según Rashi, principalmente robo, Ibn Ezra resalta la injusticia que hacía dicha generación: explotación y abuso al necesitado y tomar mujeres por la fuerza.

Después de entender a la generación de Noah, entendemos porque el texto abre mencionando que el héroe de nuestra perasha es justo e inocente y porqué fue decretado el diluvio: para borrar de la faz de la tierra la maldad y comenzar de nuevo.

El diálogo entre culturas

El diluvio para la destrucción de la humanidad no es un elemento literario único para la cultura judía, sino que lo encontramos en varias culturas mas, los sumerios, asirios, griegos y hasta los aztecas y mayas recuerdan en sus mitologías cuando los dioses deciden destruir a la humanidad. De estos relatos el más cercano al bíblico es el diluvio sumerio. Éste cuenta que los dioses en una convención deciden sin ninguna razón destruir a la humanidad y juran un pacto de silencio para que ninguna persona en la tierra se salve del diluvio. Uno de los dioses, Ea, le revela a Utnapistim en un sueño este plan y le dice que construya un arca en la cual se salve él, su familia, hombres de distintas profesiones y una pareja de cada animal, porque los dioses decidieron hacer llover hasta que sea destruida la tierra. Éste escuchando a Ea hace el arca y de esta forma se salva. Al bajar del arca, Utnapishtim hace sacrificios a los dioses y éstos al oler el aroma de la carne sobre el altar[1] juran no volver a hacer destruir el mundo, ya que se dieron cuenta la importancia de la humanidad para ellos. Como recompensa, Utnapishtim recibe vida eterna.

Asi como encontramos similitudes varias entre ambos relatos, las diferencias son mas importantes aun para entender la concepción de los autores de las historias, en cuanto a sus divinidades hace miles de años. Como vimos arriba, el diluvio bíblico no sucedió porque Dios estaba aburrido y no tenia lo que hacer como fue el diluvio sumerio, sino que Dios vio la maldad que existía en la tierra y decidió borrarla para poder comenzar de nuevo, los dioses sumerios no dan razón alguna de porqué destruir a la humanidad, simplemente una mañana soleada deciden destruir todo lo que existe en la faz de la tierra, incluso deciden no contar a nadie para que no hayan sobrevivientes, según el relato sumerio, de no ser por el dios Ea que rompió con la promesa de silencio hecha por todos los dioses, no habría podido continuar la humanidad. El Dios bíblico en cambio esta consiente de la continuidad y él mismo va y le revela su plan a Noah y le explica porqué lo está haciendo "Le dijo Dios a Noah: Para mí ha llegado el fin de toda carne Porque se corrompió la tierra delante de Dios, y se llenó la tierra de violencia" (6:13). El Dios del relato bíblico es más justo, no haría una destrucción total sin razón y ya leímos arriba cuán corrompida estuvo la humanidad.

Al terminar el diluvio Noah fue bendecido y vivió muchos años, 950 fueron sus años de vida, de hecho fue el que vivió más años después de Matusalén (Metushelaj), a diferencia de Utnapishtim, quien fue agraciado con vida eterna. Para el relator bíblico no hay quien viva eternamente, solamente Dios (o los dioses) tienen vida eterna, no importan cuán justo seas o cuánto te quieran los dioses. El humano es una persona normal y no es ninguna figura mitológica.

El porqué de las cosas

El hombre en el mundo antiguo se vio en la necesidad de explicar varios fenómenos, tanto naturales como sociales, y siendo estas sociedades teocéntricas, las respuestas que tenían involucraban a los dioses. En nuestra perasha nos encontramos algunas de esas respuestas que dieron nuestros antiguos antepasados.

"Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que establezco entre yo y ustedes y todo ser viviente que está con vosotros por generaciones eternas. He puesto mi arco entre las nubes por señal de pacto entre yo y la tierra" (9:12-13). El arcoíris, uno de los fenómenos naturales que suceden después que los rayos de sol se quiebran creando un reflejo con las gotas de lluvia, de aquí la relación entre el arcoíris y el diluvio. Después de cada lluvia, en el mundo antiguo también aparecía el arcoíris y que mejor explicación para darle a dicho fenómeno que la lluvia más fuerte y destructora que vio la humanidad, un diluvio divino, y siendo ésta una sociedad teocéntrica, Dios es quien crea este arco como pacto entre él y la humanidad.

Perashat Noah termina con un cuento conocido por muchos: "Y era la tierra de una sola lengua y de iguales palabras… Y se dijeron entre ellos: Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúpula llegue al cielo" (11:1-4). La torre de Babel, empresa en la cual la humanidad intentó llegar al cielo, siendo éste un plan que no encontró mucha gracia a los ojos de Dios este ultimo decidió darle a los hombres diferentes lenguas, haya confusión y así no puedan comunicarse y terminar con dicho edificio. ¿Porqué hay diferentes lenguas entre los hombres? ¿Cuándo se crearon los distintos dialectos? El relator bíblico dio una respuesta a los hombres de su época. Mas no fue esta la única pregunta que respondió con el relato de la torre de Babel: "Por eso se llama Babel, pues allí Dios creó confusión de lenguas en la tierra" (11:9), el escritor encontró relación entre בבל-בלל (Babel-Balal).

En la antigua Babel existía un templo monumental llamado el "Zigurat". Un templo construido en el 2500 a.e.c. y fue uno de los edificios más importantes para la antigua Mesopotamia. Si comparamos arriba entre Balal y Babel podemos ver que en este caso el relato bíblico no es muy exacto, no hay mucha relación entre las palabras, al parecer hay algo más. Al parecer el relato de la Torre de Babel hace referencia al Zigurat, edificio que en su época era uno de los más monumentales que existía, una gran pirámide escalonada, hecha por un pueblo que hablaba una lengua distinta al pueblo de Israel, en un lugar que para los babilonios era el más sagrado. El significado de Babel es la puerta de Dios o la puerta del cielo: "Bab-il" (Bab – puerta; il – Dios).

También en el relato de la torre de Babel nos encontramos con el dialogo entre textos hebreos y mesopotamos. El escritor bíblico quien al parecer conoce o ha escuchado hablar del Zigurat de Babel nos explica cómo fue que se construyó, o se comenzó a construir, mas por otro lado le da una nueva explicación al nombre Babel, este lugar no es la puerta del cielo, como creían los habitantes de Mesopotamia, sino un lugar donde Dios los confundió con otros idiomas, porque para el escritor bíblico la puerta del cielo está en otro lugar: "Y quedó asustado (Iaakov) y dijo: ¡Que tremendo este sitio! No puede ser sino la casa de Dios y la puerta del cielo" (Bereshit 28:17). Ese lugar es Bet el, donde Iaakov durmió y soñó con la escalera que subía hasta el cielo con ángeles subiendo y bajando. (ver Bereshit 28).

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[1] Los sacrificios en la cultura antigua son básicamente el alimento de los dioses dado por el hombre, un estilo de asado ritual. También encontramos en el texto bíblico de Dios que huele el aroma de los sacrificios "tras aspirar con satisfacción el aroma (del sacrificio), dijo en su corazón: No volveré a maldecir mas a la tierra a causa del hombre" (Bereshit 8:21).

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