¿Qué es una utopía? La utopía es un lugar que aun no existe, es una creación de la mente humana de un mundo idealizado y opcional al real, es un pensamiento supuestamente irrealizable desde su nacimiento, es sencillamente una pequeña idea que nos sirve para dirigirnos hacia algún futuro deseado.
Un ejemplo de utopía es la Paz en el Medio Oriente: La única y natural solución a este interminable conflicto es promover como objetivo estratégico y primordial la obtención de una paz genuina con y entre todos nuestros países vecinos.
“Paz por Paz”, como voluntad recíproca de convivir armónica y pacíficamente, sin mentiras ni mascaradas. “Paz por Paz”, no paz por territorios, no paz por dinero, no paz por terror, no paz por balas, no paz por hipocresías, simple y genuinamente Paz.
Realidades:
Irán suministró a Libia proyectiles para armas químicas y biológicas. Egipto: Mueren decenas de personas en choques en la plaza Tahrir. Irán amenaza a EEUU e Israel con armas no convencionales. Siria: numerosas nuevas víctimas por la represión del régimen. Obama: “Irán eligió el camino del aislamiento”
El Islam radical se va extendiendo y dominando en forma lenta pero decidida en todo el mundo árabe y gran parte de Europa para imponerles su dominación totalitaria. Dentro de un futuro inmediato Irán tendrá su armamento nuclear y convertirá a este mundo en un lugar mucho más peligroso de lo que es actualmente.
Hamás saldrá triunfando en las elecciones de la Autoridad Nacional Palestina y poder hablar de Paz entre Israel y los palestinos significará una verdadera reliquia histórica.
Será muy difícil bailar el tango de la Paz pues no habrá dos partes para formar una pareja con dos integrantes diestros, motivados, entusiastas y decididos.
Sabemos que el terror nos quiere imponer la guerra pero lo erróneo sería que creamos que es la única alternativa que tendremos a mano.
La peor equivocación que podríamos cometer es encerrarnos detrás de gruesas murallas, en un gran gueto rodeado de rejas, alambres y bloques de cemento que nos aísle del mundo.
Abu Mazen no quiere reconocer un estado judío, Hamás nos quiere destruir completamente, Hezbollah desea hacernos desaparecer del mapa e Irán nos quiere convertir en polvo radiactivo. ¡Quieren la paz de los cementerios!
“La realidad baila sola en la mentira y en un bolsillo tiene amor y alegría un dios de fantasía la guerra y la poesía”. León Gieco.
Hasta aquí están descriptas extraordinariamente estas realidades sin aparentes alternativas que nos imponen los judeófobos y zionófobos de siempre pero sigo pensando que sin utopías e ideales no podremos construir el futuro de nuestros hijos. Creo decididamente que más allá del terror también hay vida.
No todos los iraníes, palestinos, libaneses, sirios, libios, turcos, egipcios, etc. quieren la guerra. No todos los venezolanos aman a Hamás. No todos los sudamericanos apoyan incondicionalmente a los palestinos. No todo es blanco o negro, la realidad es compleja y a veces peligrosa pero también hay grises, verdes y celestes.
No nos desesperemos pues Israel sabe defenderse muy bien y también tiene muchas ganas de vivir en paz. Como dice el viejo refrán: ¡Que la sangre no llegue al río!
La utopía está mirando al futuro, hacia allá vamos, hacia allá caminamos, sin cesar, sin prisas pero sin pausas y servirá precisamente para eso, para caminar, para dirigirnos a un futuro digno de ser vivido.
Nos decía el genial Antonio Machado: “Caminante, son tus huellas, el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.”
Es mi gran utopía y mi ferviente deseo de que la solución de este eterno conflicto termine devorando definitivamente al terror, a la intolerancia, a la irracionalidad, al odio gratuito y a la incomprensión entre los pueblos
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