Cabalá - Pesaj: la primera transformación

Cabalá - Pesaj: la primera transformación Autor: * Rav Dr. Michael Laitman

Dijo Rabí Shimon: ¡Ay de aquellos que dicen que la Torá viene a contarnos cuentos simples y relatos trillados de Esaú, Laban, etc.!... …sino que todas las palabras de la Torá tratan de cosas elevadas y de secretos sublimes (El Libro del Zohar, Behaalotjá).
Tanto la Torá como la historia de Pesaj describen, con total precisión, lo que acontece en la realidad espiritual, en el interior de cada persona. No importa cuántas veces leamos la Leyenda (Hagadá) de Pesaj o cuánto la analicemos; su verdadero significado se alcanza sólo cuando logramos experimentar nuestro propio éxodo de Egipto y celebramos la fiesta de Pesaj internamente.
Según la Cábala, toda la realidad, tanto la terrenal como la espiritual, consiste en dos fuerzas opuestas: el deseo innato del hombre de disfrutar, el deseo de recibir para uno mismo o Egoísmo y la Fuerza Gobernante de la realidad, el deseo de impartir abundancia, placer y deleite al individuo o la Fuerza Otorgante, el Altruismo. Estas son las fuerzas de las que habla la Leyenda de Pesaj, y en realidad, la Torá en total.
La entrada en la realidad espiritual se logra mediante una similitud con la Fuerza Otorgante. Se trata de un cambio interno en nosotros, de una transformación de nuestra naturaleza egoísta en altruista. No obstante, antes de adquirir el atributo de otorgamiento, debemos familiarizarnos con nuestro egoísmo en toda su magnitud y dominio sobre nosotros hasta que no queramos nada más que liberarnos de él.
En la Hagadá de Pesaj, el Faraón representa la naturaleza egoísta del hombre y Moisés, la altruista.

¿Qué es Pesaj?
Pesaj viene de la palabra hebrea “Pesijá” que significa “dar un salto”, es decir, saltar por encima del carácter humano.
Antes del éxodo de Egipto el individuo permanece cautivo bajo el dominio de su ego, sin influencia alguna sobre su propia vida.
Después del éxodo de Egipto, ya en el mundo espiritual, aprende a participar en la Obra de la Creación y a manejar su vida y la realidad en la que existe, más allá de la experiencia deleitosa de su relación con la Fuerza Superior.

El sendero espiritual de Pesaj
La Emigración a Egipto es el lugar en el que el hombre encuentra seguridad y satisfacción materiales. Tiene posesiones, conocimiento, experiencia, estatus, etc., confiado en que esto lo satisfaría para siempre.
Cuando “se levanta un nuevo rey en Egipto”, el hombre ve que todo lo adquirido hasta entonces pertenece ahora al “Rey“, al egoísmo, al Faraón.
El hombre, que se sentía libre y feliz, descubre repentinamente que se ha convertido en un esclavo de su propio deseo de disfrutar; se da cuenta que nunca ha tomado en cuenta a su prójimo y se llena de una profunda sensación de vergüenza. Además, se ve incapaz de conectarse a la Fuerza Superior y de ser otorgante como Ella. Su trabajo es duro, pero no tiene propósito ni frutos.
Todo lo que creyó haber adquirido se desmorona. Y así, las bellas ciudades de Pitom y Ramsés son “tragadas por la tierra”.
Esto lleva al hombre a preguntarse, ¿por qué me pasa todo esto?, y ¿qué debo aprender para salir de esta situación?
Entonces, se revelan dos fuerzas en el hombre: el egipcio, que piensa sólo en sí mismo y su placer, y el israelita, quien anhela unirse con el Creador, la Fuerza Superior, la Fuente del Placer (Israel=Yashar-Él: derecho hacia el Creador).
EN PESAJ, ISRAEL (YASHAR-ÉL) PREVALECE SOBRE EL EGO.
Cuando el hombre decide fortalecer su aspecto israelí para vencer al egipcio (su egoísmo), pide ayuda, como está escrito en la Torá:
...…y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y el clamor por su servidumbre subió a Dios (Éxodo 2:23).
Es decir, el hombre se dirige a la Fuerza Superior y le suplica que lo libere del dominio del Faraón (su ego).
Así, emerge en el hombre la fuerza interna llamada Moisés que “jala“ a Israel de Egipto (Moshé=Limshot=jalar) y les ayuda a dar el salto mencionado. Sin embargo, y aunque Moisés fue criado en casa del Faraón y lo conoce, sabe que necesita un milagro: la ayuda de la Fuerza Superior.
Los constantes pedidos de Moisés hacen que el Faraón se oponga más y más a la salida del pueblo de Israel de su dominio. Les hace la vida más difícil y recibe un golpe, trata de fortalecer su dominio sobre ellos y recibe otro, hasta que mediante las Diez Plagas, diez discernimientos necesarios, se revelan estas dos fuerzas por completo: el Faraón, quien debe renunciar al control sobre Israel y reconocer la Fuerza Superior como Gobernante; y el Pueblo de Israel, quien debe aceptar que su pedido de auxilio debe ser bien analizado y preciso, o no podrá librarse de la carga de su egoísmo.

Pesaj oportunidad de redención
La redención del egoísmo requiere una preparación meticulosa, ya que se trata de un cambio transformativo. Los cabalistas no esperan el mes de Nisán para festejar Pesaj. En cambio, nos enseñan cómo librarnos del ego todos los días.
Es decir, Pesaj es un estado interno que experimenta el ser humano. No obstante, la fecha especial en que todo el pueblo festeja es para recordar la Meta principal del hombre: saltar por encima de nuestra naturaleza innata y alcanzar nuestra conexión directa con la Fuerza Superior.
Las luces que nos influyen internamente durante los días de Pesaj nos ayudan a cruzar, de manera segura, el “Mar Rojo”, la última frontera del dominio del Faraón para finalmente unirnos con la Fuerza Superior y disfrutar del placer infinito que Ésta ha preparado para nosotros. Y la fiesta de Pesaj, es sólo el comienzo…
* El Rav Dr. Michael Laitman es máster en cibern„ética, doctor en filosofía y Cábala, profesor de ontología y teoría del conocimiento. Es fundador y presidente de Bnei Baruj y del Instituto ARI, en Israel.
Más información en www.laitman.es, www.kabbalah.info/es y www.kab.tv/spa.
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