En Ciencia Política, se dice que una de las diferencias más relevantes entre el líder y el anti-líder es la visión que diseñan e intentan alcanzar los primeros, en contraposición con el cortoplacismo populista de los segundos.
Dice al respecto Joseph S. Nye Jr., de la Universidad de Harvard y ex asesor del presidente estadounidense Bill Clinton, que “sin una visión es difícil guiar a los demás a parte alguna”. Por otra parte, Abraham Infeld explicó que la razón por la cual Moshé se convirtió en uno de los líderes más importantes de la historia es “porque tenía una cualidad más importante que todas las otras: sabía a dónde quería llevar a su gente”.
En fin, quizás se estén preguntando qué tiene que ver toda esta conceptualización múltiple sobre visión y liderazgo con TED y con el futuro de los judíos, y cuál es la relación entre todos estos factores.
Acá va una posible aproximación: si se quiere transportar a las juderías mundiales hacia unas mucho más fortalecidas en el futuro, hay que potencializar la relación positiva entre los líderes capaces de crear visiones y adelantarse a comprender el futuro, y el diseño de estrategias prácticas, creativas y posibles.
TED, al respecto, es la comunidad de ideas de la era digital por excelencia que, en forma de conferencias sobre “ideas que valen la pena difundir” a través de todo el planeta, brilla, entre otros, por dos aspectos memorables a los que debemos prestarle atención si es que en verdad queremos avanzar hacia un futuro judío mejor:
- Forma: charlas interactivas, con una duración equivalente a lo que se ha descubierto científicamente dura la atención humana en su máximo esplendor, las cuales se transmiten, además, en un ambiente colorido, apasionante y conmovedor. La magia de TED es lo que le impide a las moscas volar en sus shows.
- Contenido: quienes hablan en TED lo hacen tanto desde la eficiencia como desde aquello que mejorará al mundo hacia uno más humano y más habitable. Sus mensajes buscan no sólo adelantarse al futuro explicándolo, sino dibujando una visión a largo plazo y contagiando el deseo por alcanzarla entre todos con cada una de sus palabras.
Ahora bien, de nuevo, ¿qué tienen que ver TED, su forma y su contenido con el futuro de los judíos?
Si bien creo que son innumerables los espacios en los cuales se debe girar globalmente los ojos hacia el mañana, como ser las estructuras organizacionales de las comunidades, la relación jóvenes-adultos en referencia al liderazgo comunitario, entre otras, voy a detenerme, por cuestiones de espacio, específicamente en la educación.
FORMA
En primer lugar, muchos líderes y empleados comunitarios no se han aburrido de subrayar que los nuevos tiempos, esto es, la globalización, Facebook y Twitter, YouTube, el Play Station y los iPhones están alejando a los jóvenes hacia una vida virtual-individual que los desplaza del activismo clásico y del aprendizaje y la curiosidad que hubo de caracterizar a ellos mismos en su pasado y a los judíos a lo largo de la historia.
Error: la indiferencia y la apatía no tienen en la raíz a los chicos o al contexto global, sino que quienes deben cargar con la mayor cuota de responsabilidad en tener que causar interés y desafiar a los jóvenes en tanto únicos garantes del futuro del judaísmo y del sionismo son los líderes. Como lo hace TED.
Su apatía proviene justamente de quienes no comprenden, ni quieren comprender, que los paradigmas educativos actuales son anacrónicos, y que se siguen utilizando haciendo de cuenta que tienen un valor mitológico en si mismos como si fueran vacas sagradas. Ken Robinson se enfocó justo en esto en una de las más maravillosas charlas TED habidas hasta el momento.
A modo de ejemplos, si se sabe que los jóvenes disfrutan de la tecnología, valoran la estética de las imágenes y la dinámica de los videos, en lugar de culpar a los dispositivos por llevarse la atención de los chicos, debemos utilizarlos en nuestro beneficio: es jugar con éstos en el mismo equipo o mirar el partido desde las gradas.
En fin, “vamos a hacerlo así porque así se hizo siempre” es uno de los argumentos más escuchados en la educación no formal judía, además de ser una de las piedras más insoportable en el camino hacia un futuro judío mejor.
CONTENIDO
Siguiendo, y con respecto al contenido, los judíos, al menos el liderazgo judío, se pierde muchas veces en el pasado.
Pero los jóvenes son cada vez más escépticos, y culparlos e intentar educarlos como antes no es ni de cerca el mejor remedio. Por el contrario, un buen líder debe adaptarse a ellos para liderarlos. No para darles en bandeja lo que ellos quieren, sino para, generando un acercamiento, lograr despertarles la curiosidad e interactuar con ellos en su propio idioma.
Esto es, explicarles solamente sobre sionismo o sobre corrientes judías será una pérdida de tiempo si es que lo que se quiere lograr es renovación, cambio e involucramiento en los chicos en el sentido de que ellos mismos quieran seguir avanzando y fortaleciendo el significado de lo que nosotros creemos es suyo, pero lo cual no podemos ni debemos imponerles.
Se debe apuntar a la crítica y al debate. No decirles sólo lo que es; sino preguntarles sobre cómo es, cómo será y cómo quieren que sea. Y cuán suyo lo sienten. En lugar de explicarles cómo hacer y cómo no hacer Hasbara o qué significa identificarse con el judaísmo, se les debe dar herramientas para que ellos lo decidan solos, teórica y prácticamente. El aditivo en la explicación debe ser el futuro; es decir, repensar hacia dónde vamos de la manera en la cual nos estamos encaminando debe ayudarnos en cuanto a formar nuevos conceptos e identidades en las futuras generaciones.
HACIA UN NUEVO LIDERAZGO DEL FUTURO JUDÍO
Es por todo eso que debemos buscar otros medios que nos resulten útiles para crear y desarrollar personas con sentido humano, crítico y comprometidos con los dilemas de su sociedad y de su pueblo tanto en las ideas como en la práctica, de igual manera en que debemos reinventar las formas y los contenidos conforme a re-significar colectivamente los desafíos del judaísmo y del sionismo, haciéndoles un lugar en el futuro, en lugar de eliminarlos producto de la mediocridad y la apatía de cerrarle los ojos a los cambios del hoy y a los que vendrán mañana.
La coherencia entre el pasado y el presente con lo que sentimos, pensamos y hacemos es demasiado relevante tanto en lo individual como en lo colectivo para nuestra realización como seres miembros de una sociedad mayor. Ahora debemos ser coherentes también con lo que va a pasar mañana, pero empezando hoy, y creando nuevas visiones; así como lo está haciendo TED.
Para ser líderes capaces de fotografiar el futuro y lograr llevar a la gente hacia allí, pero sin perder la crítica y la democracia, se debe hacer en parte lo que dijo Santiago Bilinkis en su charla en TedxMontevideo: se debe seguir el "ejemplo del mariscal del fútbol americano: tiremos 'la pelota' hoy donde creamos que esté el futuro en cinco años".
Y yo agrego: conociendo ese futuro y entendiendo todo el poder que tenemos si es que nos disponemos a liderar “bien”, intentemos entonces re-direccionar el lanzamiento de la pelota hacia donde nos parezca mejor, y no sólo hacia donde tiende a ir por pura realidad. Qué es “mejor” y cómo llegar a él es el gran desafío a superar.
Fuente: http://www.mensuarioidentidad.com.uy/reflexiones/646
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