Parashat“Behaalotjá''

Autor: Rabina Tamar Elad-Appelbaum*

Interpretación y comentario ``Habló Adonai a Moshé diciendo: Habla a Aarón y habrás de decirle: Cuando hayas de encender las velas, hacia el frente del candelabro habrán de alumbrar las siete velas. Hizo así Aarón: hacia el frente del candelabro encendió sus velas como había prescripto Adonai a Moshé'' (Números 8:1-3). En los primeros momentos de esta parashá -que también están relacionados con la haftará del profeta Zacarías-, se le ordena al cohén Aarón encargarse de mantener encendidas las luces del candelabro del Tabernáculo. En todas las culturas la luz tiene un significado místico pues, a pesar de que no ofrece seguridad, igual hace toda la diferencia. Por eso, se considera a la luz como algo espiritual: una persona espiritual es llamada ``iluminada'' y se nos pide ``iluminar'' la historia de la Humanidad. Pero, ¿cómo iluminar? ¿Y cómo mantener esa luz? Con una maravillosa simplicidad la parashá nos enseña que el secreto de la ``iluminación'' está en una palabra: ``behaalotjá'' (``cuando hayas de encender''). Nuestros Sabios se preocuparon de revelar los detalles del secreto del encendido de la luz. En el capítulo dos del Tratado de Shabat del Talmud de Babilonia, los Sabios tradujeron a un lenguaje práctico la frase ``cuando hayas de encender''. ``¿Con qué se enciende y con qué no se enciende?'', y una lista completa de mechas y materiales combustibles permitidos y prohibidos para encender con ellos las velas de Shabat. Criterios descriptos en un lenguaje halájico (legal) seco, cuyo objetivo era orientar a los individuos cómo encender la luz en sus casas en las vísperas del Shabat. Raba (amoraíta del siglo III en Babilonia) concluyó que hay un criterio para la mecha y un criterio para el aceite: ``Las mechas sobre las cuales dijeron los Sabios que no se encienden con ellas en Shabat, es porque la luz titila en ellas; los aceites sobre los cuales dijeron los Sabios que no se encienden con ellos, es porque ellos no son absorbidos por la mecha'' (Talmud de Babilonia, Shabat 21a). Es decir, la mecha prohibida es aquella que no permite al aceite alimentarla de manera fija, sino que algunas veces ella absorbe el aceite y otras veces, no. Este tipo de mecha genera una luz titilante y no es ése el tipo de luz que se nos pide en la víspera de Shabat. El aceite prohibido es aquél que ``no es absorbido por la mecha'', es decir, el aceite que no alimenta a la mecha. Raba resume la respuesta a la pregunta ``¿con qué se enciende?'' y explica: el encendido correcto ocurrirá solamente entre materiales que se alimenten y se correspondan uno al otro. Un aceite que encienda la mecha y se quede en ella, y una mecha que absorba el aceite de manera firme y se encienda con él. Parece que con las palabras ``con qué se enciende'' apuntaron nuestros Sabios a más lejos y no sólo al simple encendido de las velas. Durante miles de años de historia, nuestros Sabios nos trasmitieron los criterios espirituales para que seamos precisos en la tarea del mantenimiento de la luz del individuo y de todo el grupo. ``¿Con qué se enciende?'', suena como un eco la pregunta de nuestros Sabios en el Shabat de la parashá ``Behaalotjá''; ¿con qué materiales encendemos nosotros nuestras almas? ¿Y nuestros cuerpos? ¿Y la sociedad en la cual vivimos? ¿Será que nuestro encendido interior aumenta? ¿Será que somos absorbidos por la mecha del alma? Y no sólo al encendido de la luz interior se refirieron nuestros Sabios, sino al encendido de la luz en general y la luz ética. En su comentario espiritual al Talmud, escribe el rabino Abraham Itzjak HaCohen Kuk: ``...Que sea absorbido por la mecha material y no sólo que flote para aspirar un aire de sabiduría sin resultados concretos, buenos y justos. Así como esto es un certificado para el individuo, también lo es para todo el grupo''. La sabiduría y la iluminación personales no alcanzan. Ellas deben transformarse en un material de combustión para las acciones en favor de la ética general, de la moral que fluye hacia una luz fija y se eleva hacia la justicia y la rectitud. Desde que fue destruído el Gran Templo de Jerusalén, el pueblo judío apuntó a analizar su propio interior y preguntarse cómo construir una santidad que no vuelva a ser destruída. La parashá ``Behaalotjá'' nos revela cómo. La sabiduría no consiste en cómo encender la luz, pues la luz divina se encuentra en todas las criaturas. La sabiduría consiste en encenderla y mantenerla en una estabilidad constante. Debemos alimentarnos y alimentar a toda la sociedad con aceites y mechas de calidad. Debemos rechazar a aquéllos que hacen titilar la luz, y alentar a aquéllos que crean combustión y llamas que surgen de ella. Debemos asumir, así como asumió Aarón el Cohén en la para- shá ``Behaalotjá``, la responsabilidad de mantener la luz y su combustión. O sino vamos a descubrir que el candelabro es un obstáculo, que la luz es una sola. Encendamos la luz y tendremos éxito. Estudio y análisis Rabino Dr. Alexander Even-Jen Profesor de Pensamiento Judío, Instituto Schechter de Estudios Judaicos, Jerusalén El liderazgo de Moshé generó dudas no sólo en otras personas, sino también en el mismo Moshé. Él se auto critica, y esta crítica está dirigida también a Dios. Los reclamos del pueblo no son nuevos y son completamente comprensibles: el pueblo está hambriento, sufre, llora. ``Escuchó Moshé al pueblo que lloraba junto a sus familias, cada hombre en la entrada de su tienda. Se encendió el furor de Adonai mucho, y a los ojos de Moshé fue malo'' (Números 11:10). ¿Se trata de una revolución? ¿Por qué ``se encendió el furor de Adonai''? ¡Las personas lloran porque están mal! ¿Cómo se puede entender la reacción de Moshé: ``y a los ojos de Moshé fue malo''? ¿Qué fue ``malo'' según su visión? ¿El llanto del pueblo o el enojo de Dios? * Comunidad ``Maguén Abraham'', Omer Editado por el Instituto Schechter de Estudios Judaicos, la Asamblea Rabínica de Israel, el Movimiento Conservador y la Unión Mundial de Sinagogas Conservadoras. Traducción: rabina Sandra Kochmann

'Esquerda francesa está moribunda' - entrevista com Bernard-Henry Levy

Andrei Netto, correspondente em Paris - O Estado de S.Paulo

Há pelo menos 30 anos, intelectuais discutem a consistência e a atualidade ou não de termos como esquerda e direita. Agora, filósofos e cientistas políticos parecem mais empenhados em renovar outro debate: a própria relação com a esquerda. Proliferam pelas livrarias de Paris títulos sobre o divórcio definitivo entre os intelectuais e o pensamento progressista, para muitos sintoma da migração do marxismo ao neoconservadorismo.


Em Le Procès des Lumières - Pourquoi le Monde Vire à Droite (Seuil), o cientista político, historiador e ensaísta Daniel Lindenberg discorre sobre a aproximação crescente entre o pensamento conservador e o liberalismo econômico. E conclui: estamos em guerra. De um lado, afirma, estão os defensores da herança iluminista, progressistas por natureza. De outro, os contrarrevolucionários, regressistas por definição.

Em Les Maoccidents - Un Néoconservatisve à la Française (Editora Stock), Jean Birnbaum segue a mesma linha acusatória. Aponta intelectuais como o filósofo André Glucksmann, um dos expoentes da "nova filosofia" de 1977, de esquerda, que 30 anos depois se tornou cabo eleitoral de Sarkozy. Por sua vez, em Les Intellectuels Contre la Gauche (Agone), Michael Christofferson, historiador, Ph.D. pela Universidade Columbia e professor da Universidade da Pensilvânia, tenta entender como a intelectualidade de esquerda em um país como a França migrou do radicalismo contemporâneo, modo sartriano - marcado pela defesa da classe operária -, ao progressismo midiático.

E há Bernard-Henri Lévy, com De la Guerre en Philosophie (Grasset), no qual esboça a visão de que o exercício da filosofia pressupõe o enfrentamento violento de ideias. De volta à filosofia após a publicação de uma série de ensaios nos últimos anos, Lévy falou ao Estado, em Paris, quando respondeu às críticas a seu livro e abordou outro tema, espinhoso: a relação entre os intelectuais e o ideário de esquerda.

Como o senhor filosofa?

A tese essencial do livro é que a filosofia é uma guerra, não é um exercício sereno. Trata-se de fixar compromissos, mas também se trata de um enfrentamento ideológica e culturalmente violento. Falo da violência das ideias, do choque de ideias.

Seu livro seria muito bem acolhido pela crítica, imagino, se não houvesse um trecho no qual o senhor aborda Jean-Baptiste Botul, autor inventado por um jornalista, Frédéric Pagès. O que Botul e toda essa polêmica representam para o senhor?

O autor existe e o livro também. Não há polêmica. É um autor que se chama na realidade Pagès e que assinou seu livro como Botul. Isso não muda nada. O livro existe e a ideia que ele defende também.

O senhor está em meio a uma guerra de ideias. É preciso combater as críticas?

Quando digo que a filosofia é uma guerra, não estou dizendo que é preciso fazer uma guerra contra um autor que tirei da obscuridade. A guerra é com os autores contra os quais eu me oponho, que defendem ideias diferentes das minhas. É essa a batalha das ideias. São elas que fazem a guerra.

O senhor é um crítico da universidade e, além disso, é alguém de esquerda. Muitos estão criticando a sua obra em função deste erro. É oportunismo?

As pessoas lutam com as armas que têm. É muito interessante que se critique o meu livro a partir desta ideia. Quando observo meus erros ao longo dos anos, os verdadeiros erros, de fundo e de pensamento, vejo que não são muito numerosos. Em uma época em que toda a intelligentsia se ligava a Sarkozy, eu não o fiz. Na época em que três quartos da intelligentsia estava cega sobre o genocídio em Darfur, eu fazia parte do grupo que o denunciava. Tive razão sobre Barack Obama. Eu o anunciei, em um texto que se chamava Black Clinton, quatro anos antes de sua eleição. Isso tudo é irritante. Alguém que erra tão pouco, que é tão livre quanto eu... Não tenho nenhum compromisso com o poder. Não sou comprável por nenhum poder. Alguém como eu é exasperante. Quando se encontra uma pequena brecha, uma pequena falha em um homem livre, que se engana pouco sobre o essencial, as pessoas se atiram sobre como um predador sobre sua presa.

Isso é guerra. É guerra honesta?

Não. Seria mais interessante me atacar sobre minhas posições sobre Althusser, ou sobre a minha tese. O que defendo nessas poucas linhas (em que cita Botul) é que os grandes filósofos têm corpos, que não são puros espíritos, cérebros etéreos, mas que seu pensamento é tributário de suas fisiologias. É uma tese. Posso estar errado. Mas seria mais interessante discuti-la.

Como a obra de Botul foi parar em suas mãos? O senhor leu esse livro?

Sim. Li como leio muitos outros livros, rapidamente. O que me interessa mais é o meu pensamento, as minhas ideias. Sou como um pintor. Não passo duas horas a me perguntar o que há dentro do tubo de tinta. Eu tomo a tinta em mãos e jogo na tela. Um livro, para mim, é como um tubo de tinta. Se suas ideias vêm ao encontro das minhas, suportam as minhas teses, eu as uso.

O que significa ser de esquerda hoje?

É preferir, por exemplo, a desordem à injustiça. Há pessoas que dizem: "Não mexa nas injustiças, porque vai desorganizar a sociedade." Prefiro desorganizar a sociedade, mas corrigir a injustiça.

A bandeira brasileira ostenta o lema

Ordem e Progresso.

Nossa, eu lhes aconselho mudar a bandeira e escrever "Justiça e Progresso". Seria melhor para o Brasil. E estaria mais de acordo com o que ele é, este grande país. E também de acordo com o presidente nada mal que vocês têm, que é Lula.

Lula apertou a mão de Kadafi ano passado e chamou Ahmadinejad de "amigo".

Eu ignorava isso. É um erro. Ahmadinejad não pode ser amigo de Lula. É um homem de extrema direita. Suas referências ideológicas são os anos 30 alemães, o pensamento nazista. É preciso informar Lula.

O senhor concorda com a ideia de que existe um divórcio crescente entre os intelectuais e o pensamento de esquerda?

Não. Há oportunismo de um ou outro... Alguns intelectuais se consideram mais virtuosos que outros. Quando são cortejados, ficam fascinados. Não acho que exista um divórcio entre a intelectualidade e a esquerda. O que é certo, na França, é que existe um divórcio entre a esquerda e o pensamento. É uma esquerda moribunda.

Lindenberg diz que a intelectualidade recusa o ideário iluminista e a ideia de Progresso hoje. O que o senhor pensa a respeito?

Eu não recuso nem o iluminismo, nem o progresso.

O senhor é uma exceção?

Não creio. Mas é verdade que existe uma sombra no iluminismo. O iluminismo não é apenas luminoso. Podemos cometer crimes em nome do progresso. Já aconteceu. Sou amante do iluminismo, nele estão as minhas raízes intelectuais. Mas eu sei, ao mesmo tempo, que ele tem uma face negra.

É o tema de La Barbarie à Visage Humain (1977), seu mais importante livro. Qual é a força atual de uma obra como essa?

O que é preciso guardar dela é que ninguém fará, em lugar do homem, o trabalho de construir a própria liberdade. Não é possível contar com nenhuma providência laica ou nenhum recurso religioso para fazer o trabalho em seu lugar. A barbárie existe graças ao que eu chamava de "messianismo profano", as filosofias da História, o progressismo entendido como "a História que caminha sozinha". É a ideia de que não podemos fazer nada além do que sentar e esperar o futuro que canta. Há versões de esquerda e de direita desse fenômeno. A de direita é a ideia da mão invisível do mercado, que conduz a sociedade independentemente do que possa acontecer. A de esquerda é a mão invisível da dialética, que conduz a sociedade em direção à sociedade "sem classes", igual e melhor. Creio que essas duas visões são terríveis. Os homens têm uma tarefa, que é criar a própria história, de não se deixar levar por nenhuma dessas visões.




Petición para que estudien las asignaturas básicas en yeshivot

El Tribunal Superior de Justicia ha recibido una petición pidiendo que se exija de la Knéset y el Ministerio de Educación, una explicación sobre por qué las escuelas ultra-ortodoxas no se ven obligadas a enseñar las asignaturas básicas, como Matemáticas e Inglés.

Entre los peticionarios están los profesores Amnón Rubinstein, Uriel Reichman, y el general de Brigada retirado Elazar Stern, ex jefe de la Subdirección de Recursos Humanos del Ejército y jefe de educación.

La misma critica una ley aprobada en 2008, que determinó que el Estado financiará a aquellas escuelas que decidan no enseñar las materias de base, siempre y cuando no se trate de contenidos que se oponen a la ideología democrática, judía e israelí.

La petición añade que antes de la aprobación de la ley en 2008, el Ministerio de Educación no hizo nada para hacer cumplir el estudio de asignaturas básicas, a pesar de una orden judicial para hacerlo. Se dice que la ley fue aprobada con el fin de conceder inmunidad de la Corte Suprema a las yeshivot.

Decenas de miles de estudiantes están siendo privados de los conocimientos, herramientas y "la formación básica necesaria para el cumplimiento de la autonomía humana, la capacidad de ganarse la vida honradamente, y la posibilidad de incorporarse en la sociedad israelí como activos, contribuyentes, e iguales a todos los ciudadanos" dice la petición.

Además, añadieron que la ley desprecia los derechos legales de los estudiantes que asisten a las pequeñas yeshivot, y que "perpetúa su dependencia económica de la comunidad y de los pagos por parte del Estado".

Ningún estado democrático, concluyen, se compromete a financiar un sistema educativo careciente de inspección gubernamental. ( Fonte : AURORA)

Shalom Uvracha a todos e a todas!

Gostaria de compartilhar um pouco mais sobre a forma abordada nas palestras sobre a cultura de paz nas escolas. Como no post anterior, mostrei que usamos a pequena estória do menininho que montou o mapa-múndi ao montar a imagem do homem. Com isso percebemos que se arrumarmos o homem, arrumamos o mundo.

Porém, a questão é: como arrumar o homem?

Uma das formas que usamos, é fazendo com que o ser humano se conheça primeiro. Segundo a psicologia, existem 8 passos que podemos estudar e aplicar à nossa vida. Esses 8 passos são chamados: AS OITO FUNÇÕES DA PERSONALIDADE. Se entendermos o mecanismo que nos molda, entenderemos como usar esse mecanismo para que sejamos moldados para o bem, para alcançarmos uma humanidade que viva pela cultura da paz e não da guerra.

Segue uma breve descrição das 8 funções da personalidade:

1-SENTIMENTO – primeiro nos vem uma sensação, um impulso;

2-PENSAMENTO – nos vem um pensamento sobre esse impulso ou sensação; se compartilharmos esse pensamento com outra pessoa (seja bom ou mau), esse pensamento já não pertencerá apenas a nós; já não seremos o único dono desse pensamento; e já não teremos controle sobre ele, pois a outra pessoa poderá repassar tal pensamento expressado a uma terceira, e assim, sucessivamente; dessa forma, devemos analisar bem nossos pensamentos, e nunca repassá-los a outros se esses forem negativos; um pensamento falado perde o controle por não pertencer apenas a nós;

3-DELIBERAÇÃO – essa é a parte onde pesamos na balança os prós e contra acerca desse pensamento; fazemos uma breve investigação sobre os resultados que serão obtidos; como exemplo, peguemos uma pessoa que sentiu o desejo de fumar (1), logo lhe veio o pensamento desse sentimento (2), em seguida a pessoa analisa os prós e contra acerca de fumar (3); em seguida a pessoa passará ao quarto passo:

4-DECISÃO – o quarto passo vem após a pessoa pesar na balança os prós e contra de seu pensamento; no exemplo citado, após a pessoa decidir fumar, ela age, atua, entra em ação, o quinto passo;

5-AÇÃO – após a decisão ter sido tomada, a pessoa age, põe em prática esse pensamento, que, já deixou de ser apenas um pensamento e passou a ser uma ação; e como toda ação tem uma reação, de acordo a ação tomada será a reação a ser desencadeada; se a ação for positiva, a reação também o será; se a ação for negativa, lamentavelmente a reação também o será. Quantos já ouviram a expressão: VIOLÊNCIA GERA VIOLÊNCIA? por exemplo...

6-HÁBITO – à medida que nossas ações são repetidas, formamos um hábito, que vem pela repetição de nossas ações; se nossas ações forem boas, teremos bons hábitos; se forem ruins, teremos hábitos ruins. Por exemplo: como uma pessoa vira um fumante ou um alcoólatra? Começa com um cigarro ou um copo de bebida, e logo isso vai tendo ações repetidas que acabam formando um hábito; o hábito sendo formado faz com que a pessoa entre em um ciclo contínuo, de forma que o hábito acontece de forma espontânea, e, muitas vezes de forma automática, tornando-se difícil para a pessoa deixar tal hábito, seja ele bom ou mau;

7-CARÁTER – de acordo aos hábitos adquiridos ao longo de nossa vida, criamos em nós mesmos um caráter, o qual foi moldado a partir dos seis primeiros passos: sentimento, pensamento, deliberação, decisão, ação e hábitos; esse caráter foi moldado a partir de processos contínuos, e foi adquirido através de diversos fatores, os quais passaram por esses passos anteriores;

8-DESTINO – por fim, o caráter em nós formado definirá qual será nosso destino nesta Terra. Hoje vemos muitos jovens morrerem nos vícios, em brigas, em acidentes de trânsito, tendo uma vida breve; vidas ceifadas cedo demais, devido a terem escolhido o lado errado nessas funções da personalidade. Vemos uma geração violenta, com tendência para a intolerância, racismo, extremismo religioso e fanatismos, caminhar rumo à sua própria destruição.

Nosso trabalho consiste em fazer com que os jovens parem para meditar, analisar, repensar sua vida nesta Terra; e, fazê-los entender esses processos pelos quais todo ser humano passa; e, por ser um processo rápido, só nos damos conta dele quando já estamos na sexta etapa: o hábito. As cinco etapas anteriores ocorrem tão rapidamente, que, se não entendermos elas, as passaremos por alto, nada podendo fazer para alterar o curso de nossa vida.

Bom, foi apenas para compartilhar um pouco com vocês, prezados amigos que visitam este espaço.

Mês que vem estaremos iniciando um trabalho com as crianças e adolescentes que diz respeito á falta de alimentos no mundo, o desperdício destes, e a destruição dos recursos naturais; assim que estejamos mais avançados compartilho o trabalho com vocês.

Shalom! Lehitraot!

Na tradição judaica - Águas: um encontro de texto e palavras
Evaristo Eduardo de Miranda

Para a tradição judaica, das águas pode surgir um universo. No relato bíblico da criação (Gn 1), Deus cria os céus, a terra, a luz... Sua palavra não cria as águas. Para alguns místicos do judaísmo, elas já existiam. Precederam a criação. De onde surgiram? As águas não são mencionadas de forma explícita no Gênesis, conhecido como Bereshit11 pelos judeus. As águas são como pressupostas na obra da criação, refletindo as faces de Elohoim12.

O mundo criado, Deus mobiliza e usa as águas para fazer barro com o pó da terra e modelar o humano. Nobre propósito. Daí em diante, as águas seguirão sendo convocadas pelo divino e pelo humano ao longo de todo o texto bíblico. Das 664 citações ou empregos da palavra água na Bíblia, 591 ocorrem nas úmidas páginas do Primeiro Testamento. No Segundo Testamento são apenas 73 citações onde ocorrem episódios fortes, belos, poéticos, trágicos, cômicos, sinistros, românticos, miraculosos...

Nessas quase 600 citações do Primeiro Testamento estão, entre muitos episódios, o das águas brotando no deserto para salvar a escrava e concubina de Abrão, Agar e seu filho; as águas infinitas do dilúvio (mabul); as do orvalho, das chuvas e tempestades bíblicas; as águas dos rios (Mesopotâmicos, Yaboc, Jordão...) atravessadas por homens caminhantes e passantes (ivrim); as águas das emersões (Moisés no Nilo); das imersões (Jonas); as das transmutações (água transmutada em sangue, em amargura); as águas partidas e separadas como muralhas na travessia do Mar dos Limites (Yam Sof), do Mar Vermelho; as das nascentes, cisternas e poços (Berot, Ber Sheba, Jacó...), fontes de alegrias, namoros, guerras e disputas; as águas em gotas, copos, jarras, vasos e bebedouros; a águas das abluções cultuais e rituais (lavando pés, corpos, mãos, rostos, entranhas de animais, vestimentas etc.); as raras águas das secas decretadas por profetas... e tantas outras.

E as águas terrestres são, também, águas corporais. Depois da tragédia do jardim do Éden, o humano deverá ganhar o pão com as águas salgadas do suor da sua fronte, uma forma de santificação. A mais santa das águas será sempre fruto de dons pessoais e entregas corporais. Santificação, contaminação e imaculização, sempre possível e presente em todas secreções líquidas e humanas: saliva, esperma, sangue menstrual, lágrimas, urina e suor. Todas essas secreções estão mobilizadas pelo divino, pois vêm de uma única fonte de águas primordiais, origem da maleabilidade do barro humano.

Em hebraico, não existe a palavra água, no singular. Elas são sempre plural: águas, maim (mem-iud-mem), cuja pronúncia lembra, em português, a palavra mãe. Há algo de ambigüidade, de ambivalência, nessa pluralidade hídrica, nesse agá dois ó, nesse mem dois iud, como em todo envoltório materno. As águas matriciadoras, uterinas e misericordiosas (rahamim, rehemim em hebraico), essas fontes da vida, também matam, afogam, inundam e destroem. Podem ser fontes de morte. As águas de fontes murmurantes, límpidos regatos, orvalhos reluzentes, chuvas abençoadas e criadeiras, são as mesmas das tempestades, trombas d’água, inundações, nevascas, maremotos e tsunamis, aquelas vagas imensas produzidas por terremotos submarinos ou erupções vulcânicas.

Notas
1 Doutor em ecologia, pesquisador da Embrapa Monitoramento por Satélite
(mir@cnpm.embrapa.br).
11 Origem, início, começo, princípio, bereshit em hebraico, arké em grego, o arquétipo, nossa inserção. Bereshit é a primeira palavra do Tanach e também o nome do primeiro livro da Bíblia (Gênesis). É empregado substantivamente uma única vez na Bíblia. A riqueza desta palavra hebraica é demonstrada pelos milênios de exegese que ainda não esgotaram seus significados. Sua composição é a seguinte: Be = em; rosh = cabeça; it = desinência que dá um sentido abstrato à palavra. Réshit significa "começo, parte inicial, princípio". A palavra diz "Em princípio" e não "No princípio". A ausência de artigo indica um estado construído. Trata-se de uma palavra deliberadamente criada.
12 Primeiro nome divino escrito na Bíblia, o Deus dos hebreus, o criador dos céus e da terra, conhecido pelo nome próprio IHVH (Gn 2,4). O nome Elohim soa como um plural de El, designação semítica de Deus. Evoca um passado de politeísmo. É um paradoxo que o Deus único dos hebreus, seja designado na Bíblia com um nome plural, homônimo de deuses.

Rabi Yossef Caro, autor do Shulchan Aruch
por Tev Djmal


Rabi Yossef Caro foi um dos mais influentes sábios em toda a história judaica. Orgulho e glória da comunidade sefardita mundial, é o celebrado autor do Shulchan Aruch, Código da Lei Judaica.

A obra, que influenciou o povo judeu na sua totalidade, é o texto jurídico sobre o judaísmo - fonte primária de consulta nas dúvidas ou questões sobre as leis da Torá. Sempre que se deve tomar uma decisão concernente a qualquer dos mandamentos Divinos - suas ordens e proibições - a palavra final reside no Shulchan Aruch.

Para melhor apreciar a contribuição do Rabi Yossef Caro ao judaísmo, faz-se necessário iniciar pela seguinte pergunta: se D'us transmitiu toda a Torá a Moshé Rabenu, por que razão há diferenças de opinião no Talmud? A simples resposta à pergunta é que, no judaísmo, como em praticamente tudo na vida, pode haver mais de uma verdade e mais de uma maneira de fazer as coisas da forma certa. Até na Matemática, uma ciência exata, há problemas com mais de uma solução. Este argumento, porém, não deve sugerir que é possível manipular as Leis do judaísmo. Diferentes comunidades judaicas podem ter diferentes costumes; todos, no entanto, têm que ser calcados na Torá. Voltando à analogia matemática, a raiz quadrada de 4 é 2 e -2, mas nenhum outro número além destes.

O Talmud é o texto básico da Lei Judaica. Todas as suas afirmações são válidas e refletem a Vontade e a Sabedoria Divinas transmitidas no Monte Sinai. No entanto, se cada um de nós seguisse as opiniões talmúdicas de sua preferência, o judaísmo se tornaria fragmentado - uma combinação e permutação de diferentes leis - e nosso povo deixaria de possuir uma única Torá. A missão de unificá-la e, conseqüentemente, unificar o nosso povo, coube ao Rabi Yossef Caro. Foi ele quem absorveu a Vontade e a Sabedoria Divinas, desdobrando-as e as explicando em um trabalho acessível ao estudo e ao cumprimento por qualquer um que a isso se dedicasse. Para realizar tamanho feito, Rabi Caro analisou os pontos de vista e as discussões do Talmud e dos sábios que o precederam, só então apresentando sua opinião final sobre todas as questões práticas à Lei contidas na Torá.

Em hebraico, a expressão "Lei Judaica" é traduzida por Halachá - literalmente, "o caminho". O propósito da Halachá é determinar o caminho que D'us deseja que sigamos em nossa vida, quer estejamos envolvidos em trajetórias sagradas ou seculares. Pode-se argumentar que não importa qual o caminho escolhido, desde que se chegue ao destino pretendido. Mas há que se ter em mente que em cada jornada há caminhos longos e caminhos curtos, uns seguros outros perigosos. Assim sendo, o desafio enfrentado pelo Rabi Caro ao redigir um Código de Lei Judaica acarretava uma responsabilidade assombrosa: ele não apenas se propôs a desvendar de que maneira D'us quer que sigamos Seus mandamentos, mas também estabelecer qual seria a Halachá - o caminho - que cada um dos judeus deveria percorrer. Sua missão conseguiu sair-se vitoriosa, uma vez que o povo judeu aceitou seu trabalho como a "sentença final e determinante" em assuntos da Lei da Torá.

Breve relato de sua vida

Rabi Yossef Caro nasceu em Toledo, Espanha, no ano de 1488 desta era, o ano judaico de 5248. Quando tinha apenas 4 anos, deixou a Espanha juntamente com sua família e milhares de outros judeus, pois os Reis Católicos haviam decretado, em 1492, que nenhum judeu viveria em seu reino. Restava-lhes escolher entre a conversão ou a expulsão. A família Caro peregrinou de país em país até que, por fim, fincou raízes em Constantinopla, na Turquia, no ano de 1497.

Seu primeiro mestre foi Rabi Ephraim, seu pai, grande estudioso e conhecedor da Torá, que exerceu uma profunda influência sobre o filho. Após o falecimento do pai, Rabi Yossef Caro foi adotado por um tio, Rabi Yitzhak Caro, que o educou como se fora seu próprio filho. Desde cedo, percebeu-se que o jovem era um prodígio. Certamente se tornaria um grande sábio e erudito. Ainda jovem, era procurado e consultado em assuntos sobre a Lei por rabinos e estudiosos bem mais velhos do que ele.

Em 1522, Rabi Yossef Caro se mudou para Adrianópolis a fim de estudar com o Rabi Taitazak, um dos grandes nomes do judaísmo turco. Nesta cidade se casou com a filha de um erudito, Rabi Chaim Ibn Albalag e fundou um Beit Midrash, uma Casa de Estudo. Enquanto lá vivia, conheceu um grande cabalista, Rabi Shlomo Molcho, posteriormente queimado vivo pela Igreja Católica, em Mântua, na Itália, por suas "crenças heréticas". A personalidade carismática de Rabi Shlomo Molcho e seu martírio tiveram enorme influência sobre Rabi Caro. Este afirmou abertamente que também desejava morrer em santificação do Nome de D'us, al Kidush Hashem - a dizer, morrer por ser judeu.

Posteriormente, Rabi Caro deixou Adrianópolis, mudando-se para Nikopol, na Bulgária, onde conheceu o Rabi Shlomo Alkabetz, autor de Lechá Dodi, a mística e bela oração que cantamos na noite de sexta-feira, para acolher o Shabat (ver Morashá n· 35). O místico logo se tornou seu grande amigo e companheiro de estudos. Foi uma amizade que se manteria por toda a vida. Juntos instituíram o costume do Tikun Leil Shavuot - a recitação de versos de partes da Torá Escrita e da Torá Oral durante toda a noite de Shavuot.

Após a morte, ainda jovem, de sua esposa, Rabi Yossef Caro casa-se novamente com a filha de Rabi Yitzhak Salba. Decide viver na Terra de Israel. Lá chegando com a família, em 1536, estabelece-se em Tzfat, cidade que se tornou centro do misticismo judaico. Viveu o restante de seus anos nesta cidade, ganhando a vida como mercador de especiarias, pois jamais tirou seu sustento de suas atividades relacionadas à Torá.

Em Tzfat, Rabi Caro passou a integrar o Beit Din, o Tribunal de Justiça Rabínico, presidido por Rabi Yaacov Beirav, sábio renomado. Fundou também uma ieshivá onde lecionava, tendo muitos discípulos. Entre os mais destacados incluíam-se Rabi Moshe Alshich, Rabi Moshe Galanti e Rabi Moshe Cordovero, pai do estudo da Cabalá, conhecido como o Ramak (ver Morashá - edição nº 53). Com o falecimento do Rabi Beirav, assumem a direção do Tribunal Rabínico de Tzfat o Rabi Yossef Caro e Rabi Moshe de Trani, o Mabit.

Foi sob a liderança de Rabi Caro que o Beit Din de Tzfat se tornou o Tribunal Central de Justiça Rabínica de toda a Terra de Israel e até mesmo da Diáspora. Isto significa que não havia assunto de importância para o mundo judaico que não fosse levado à sua atenção e a de seu tribunal. Suas sentenças eram aceitas como a palavra final, determinante e conclusiva. Mantinha uma volumosa correspondência com correligionários de todas as partes do mundo.

As lideranças judaicas mundo afora buscavam sua opinião sobre a Lei, endossando-as e as aplicando em suas respectivas comunidades. Rabi Yossef Caro foi líder indiscutível de toda a sua geração.

O Beit Yossef e o Shulchan Aruch

A maior contribuição do Rabi Caro ao judaísmo foram os tesouros escritos que deixou. Seu primeiro trabalho de destaque, intitulado Kessef Mishná, constituía uma fonte de referências para a extraordinária obra de Maimônides sobre a Lei Judaica - o Mishnê Torá. Aos 34 anos, idade prematura face à responsabilidade da tarefa, Rabi Yossef Caro começou a escrever seu trabalho monumental - Beit Yossef, a Casa de Yossef. Tamanho é o respeito por esta obra em meio ao povo judeu, que à pessoa dele comumente se referem como o "Beit Yossef" ou HaMechaber1 - O Autor.

A obra Beit Yossef é o Shulchan Aruch em forma não abreviada, isto é, em sua totalidade. Trata-se de um completíssimo comentário sobre a obra de Rabi Yaacov ben Asher - Arba Turim, os Quatro Pilares - um verdadeiro compêndio de sentenças e pareceres jurídicos sobre a Halachá. O Arba Turim (conhecido como Tur) é uma obra de quatro volumes. O primeiro deles, intitulado Orach Chaim, contém as leis que regem o nosso cotidiano: os mandamentos sobre as orações, o uso dos tefilin, o Shabat, as festas sagradas, entre outros. O segundo volume, Yorê De'á, versa sobre as leis de cashrut e pureza ritual. O terceiro, Even Ha'Ezer, traz as leis do casamento e divórcio e similares. O último volume, Choshen Mishpat, contém as leis judiciais, que envolvem testemunhas, juízes, propriedade, heranças e outros.

Rabi Yossef Caro apontou nesta obra, o Tur, de onde as normas que contém haviam sido retiradas. Começou por citar o Talmud, a seguir mostrou como os primeiros comentários interpretavam as passagens talmúdicas. Era um traço típico do "Autor" reunir todas as várias opiniões de forma clara e concisa, tornando compreensível a qualquer um as razões que embasavam os pareceres ditados por sua mente iluminada.

O propósito do Rabi Caro ao escrever um código definitivo sobre nossa Lei era unificar o povo judeu através da solução de disputas e ambigüidades quanto ao entendimento e à aplicação dos Mandamentos Divinos expressos na Torá. Foram necessários vinte anos para que ele terminasse a obra Beit Yossef. Ele o fez em Tzfat e a mesma foi aceita em praticamente todo o mundo judaico como referência suprema sobre a Halachá - a Lei da Torá. Em Beit Yossef, Rabi Caro reuniu as decisões das maiores autoridades haláchicas existentes até a época. Ele opinava e sentenciava calcando-se em opiniões discordantes, estabelecendo um consenso entre os pontos de vista de três renomadíssimas autoridades no assunto: Maimônides (o Rambam), Rabi Yitzhak Alfassi (o Rif) e Rabenu Asher (o Rosh). Quando havia discordância entre as opiniões dos três sábios, ele próprio, Rabi Yossef Caro, sentenciava de acordo com o parecer da maioria. Em caso de um assunto sobre o qual nenhuma das três autoridades tivesse proferido julgamento, Rabi Caro seguia o parecer majoritário entre Rabi Moshe ben Nachman (Nachmânides), Rabi Shlomo ben Aderet (o Rashba) e Rabenu Nissim (o Ran).

O Beit Yossef foi publicado no ano de 1542, mas Rabi Caro continuou a editá-lo e refiná-lo durante os 12 anos seguintes. Acabou por publicar uma segunda edição da obra, incluindo o Tur. Sua Enciclopédia foi publicada em diversos volumes, com os mesmos títulos usados por Rabi Yaacov ben Asher.

A obra Beit Yossef era longa e rica em detalhes, a ponto de ser de difícil alcance para o homem comum. O mundo judaico carecia de um trabalho simples e de fácil absorção, no qual as profundezas de nossa Lei fossem apresentadas de uma forma que todos pudessem estudá-las e as compreender. Por essa razão, anos depois, o Rabi Yossef Caro pôs-se a escrever uma versão concisa e abreviada do Beit Yossef, que, quando pronta, continha as decisões finais da Halachá, sem no entanto se deter nos incontáveis e diferentes pareceres e sem enumerar as fontes que embasavam a sua própria sentença. "O Autor" a chamou de Shulchan Aruch - "Mesa Posta", pois a obra continha todas as leis esmiuçadas, como se estivessem dispostas sobre uma mesa, diante dos olhos de qualquer judeu, de modo claro e objetivo.

Rabi Yossef Caro calcava suas determinações, via de regra, sobre os costumes e a opinião dos grandes Sábios sefarditas. O líder da comunidade asquenazita, à época, Rabi Moshe Isserlis, o Ramá, não concordava com todas as decisões jurídicas ditadas pelo Beit Yossef. Assim sendo, ele próprio editou um Código de Lei Judaica para as comunidades asquenazitas - e o fez anotando todas as passagens em que o Shulchan Aruch ia contra os costumes e pareceres dos sábios oriundos das kehilot de Asquenaz. Tal controvérsia serviu apenas para fazer correr, ainda mais longe, a fama e a ampla utilização do trabalho do Rabi Caro, que se tornara o estatuto haláchico, nos aspectos em que o Ramá não discordava, até para as comunidades asquenazitas. Finalmente, em 1578, os pareceres do Ramá foram adicionados ao Shulchan Aruch, em uma obra publicada em Cracóvia, na Polônia. Tornava-se, assim, ainda que editado, o Código Oficial de Lei Judaica de todas as comunidades judaicas asquenazitas, no mundo. E, com isso, o Rabi Yossef Caro deixava sua marca gravada em sua geração e em todas as gerações de judeus que se seguiram, sendo sua obra aceita, por nosso povo, como Dvar Hashem - a Palavra de D'us.

A visita de um Anjo

Rabi Caro é conhecido pelas obras Beit Yossef e Shulchan Aruch, mas não foram estes os seus únicos trabalhos extraordinários sobre a Torá. Mencionamos acima que o primeiro a ganhar fama, quando ele era ainda bastante jovem, foi o Kessef Mishná, uma explicação sobre o Mishnê Torá, de Maimônides. Até hoje, esta obra é considerada uma das mais abrangentes e respeitadas sobre a Lei Judaica. Em seu Kessef Mishná, Rabi Caro explanava e percorria todas as fontes em que Maimônides se apoiara para ditar as normas de seu magistral Mishnê Torá - fontes estas não indicadas pelo próprio autor.

Ainda que tenha sido basicamente um homem da Halachá, não se pode negar o profundo conhecimento do Rabi Yossef Caro sobre o misticismo judaico. Juntamente com Rabi Shlomo Alkabetz, ele tornou mais facilmente compreensível algumas das passagens mais difíceis do Zohar. No conceituado Pardês Rimonim, obra cabalística de autoria do Rabi Moshe Cordovero, este faz menção a vários dos inovadores ensinamentos de Rabi Caro sobre a Cabalá.

Como outros grandes sábios de nossa história, o Rabi Yossef Caro vivenciou fenômenos sobrenaturais. Entre estes, é legendária a história das visitas que recebia de um Maguid - Anjo enviado pelos Céus - que o guiava quando que ele proferia suas sentenças sobre a Lei Judaica, revelando-lhe muitos ensinamentos da Cabalá. Rabi Shlomo Alkabetz deu um testemunho de que presenciara, ao lado de Rabi Caro, uma dessas visitas, havendo confirmações do fato por outras testemunhas. Tais ensinamentos do Maguid estão registrados em uma das obras de Rabi Caro, "Maguid Meisharim". No entanto, Rabi Chaim David Azulai (o Chidá) afirma que foi publicado apenas 1/50 desse manuscrito. Os encontros de Rabi Caro com o Anjo se davam no porão da construção que abrigava o Beit Midrash e o Beit Din de Tzfat. A parte desse edifício que conduz ao porão permanece fechada, desde então, em virtude de uma tradição local de que o Maguid ainda lá se encontra.

No início deste artigo mencionamos a vontade expressa por Rabi Caro de morrer al Kidush Hashem - pela Santificação do Nome Divino. No entanto, ele próprio revelou que D'us não lhe concederia tal graça. O Maguid lhe informara que, em sua vida, ele fizera algo que desagradara aos Céus - por essa razão, fora decretado que não morreria pelo fato de ser judeu, mas de morte natural, sem ter seu desejo atendido.

O legado do Beit Yossef

Até o último de seus dias, o Rabi continuou imerso no estudo da Torá, escrevendo importantes tratados, e à frente do Tribunal Rabínico de Tzfat. Ascendeu ao Mundo da Verdade no dia 13 de Nissan de 5335 (1575 desta era), aos 87 anos de idade, deixando enlutado todo o povo judeu. Sua dedicação à Torá e em especial à Halachá consumiram toda sua vida. Deixou este mundo em meio a uma responsa, uma consulta sobre uma Lei. Na página em branco que deixou, seu filho escreveu: "Neste ponto, o Mestre, de Abençoada Memória, deixou a página em branco, ainda por terminar. Ele a teria preenchido, tinha as respostas, mas foi convocado para a Academia das Alturas". "O Autor", HaMechaber, foi enterrado entre vários outros Tzadikim como ele, na sagrada cidade de Tzfat. Desde seu falecimento até os dias de hoje, perdeu-se a conta dos judeus que visitaram seu túmulo, lá orando e rogando que ele interceda, em seu favor, perante o Eterno.

Rabi Yossef Caro foi, sem sombra de dúvida, uma das almas mais ricas e profundas que já habitaram nosso mundo. O Rabi Chaim Vital, principal discípulo e escriba de Rabi Yitzhak Luria, maior cabalista de todos os tempos, louvou a grandeza da alma de Rabi Caro, revelando que se originava da alma de um dos grandes sábios do Talmud, Rabi Yehudá bar-Ilai. Este, também, era um homem mais devotado à Halachá do que à Cabalá e acreditava que, em se tratando da Lei da Torá, mais importante são os atos do que as intenções.

O legado de Rabi Yossef Caro ao judaísmo e ao nosso povo é eterno e quase inigualável. Sua obra foi considerada - e ainda o é - o mais confiável compêndio da Lei Judaica. Rabi Moshe Isserlis, o Ramá, adaptou o Shulchan Aruch de modo a compatibilizá-lo com os costumes asquenazitas, muito embora tenha aceito a maioria das determinações de Rabi Caro. O Shulchan Aruch passou a ser sinônimo de Dvar Hashem - a Palavra de D'us. Em verdade, estudamos e nos referimos ao Talmud e ao Midrash e a uma infinidade de outros livros sagrados, pois sabemos que são todos Divinos. Mas, em se tratando da Halachá - da Lei Judaica - torna-se imprescindível buscar a resposta na obra-prima de Rabi Yossef Caro. Dito de outra forma, o processo iniciado no Monte Sinai culminou em Tzfat, pelas mãos do grande Beit Yossef.

Para concluir, uma história. Rabi Yeshayahu Horowitz, o Shelá HaKadosh (1560-1630), escreveu que numa noite de sexta-feira, em Rosh Chodesh Cheshvan, trinta anos após Rabi Caro ter deixado este nosso mundo, este apareceu a um sábio de Tzfat, em um sonho. Segundo relatou o Shelá HaKadosh, o tal erudito viu o Rabi Caro "sentado em um trono majestoso, na presença de grande número de sábios. Sua face brilhava como a luz do céu claro, enquanto ele ensinava as meditações aplicáveis à Kedushá" - que é o ápice da Amidá, a Grande Oração, na qual proclamamos a Santidade de D'us, afirmando que o mundo todo está repleto de Sua Glória.

Traduzido por Lilia Wachsmann

Bibliografia

Rabbi Yossef Caro, The Master, Rabbi Moshe Miller, Kabbala Online.Org

Rabbi Yosef Caro of Zefat - Ascent of Safed - Your Jewish Home in the City of Kabbalah

Rabbi Yosef Caro, Sephardic Rabbis Impact Halachah, Online Journal

Great Leaders of our People - Rabbi Joseph Karo, OU.org

Hakham Yosef ben Ephraim Karo, International Sephardic Leadership Council

Consolem, consolem o meu povo, diz o Deus de vocês.

Parabéns Jerusalém, que teus muros conheçam a Paz, que seus filhos sejam plenos de felicidade, para que se cumpram em tuas ruas todas as boas promessas para Israel.

Marcos

Alemanha | 06.05.2010

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